La guardia hizo la pregunta...

... y la Embajada contestó... ¿Murió el rumor?...

Las autoridades nunca lo entienden, porque gustan de ese mundo de sospechas y ocultamientos, pero contra el rumor público nada mejor que la información veraz y oportuna.

El jefe de La Guardia, tal vez como excepción, lo cree y lo comprueba.

Radio Bemba, que ya no es tan bemba, pues se acredita en los medios alternativos, cada vez que no tenía tema con que entretener se inventaba una extradición.

O una lista de extraditados, ya que con uno no era suficiente.

El can empezó con Quirino y siguió con Figueroa, y por alguna razón particular, los favoritos eran militares.

Aunque la fábula terminaba con la moraleja de que estos arrastrarían a civiles en altas posiciones de gobierno que eran sus padrinos o a quienes servían de mampara.

Es decir, que nadie se iba solo.

La espera, sin embargo, se hizo larga, y el primero en cansarse fue el responsable del buen nombre de la institución y de sus hombres.

Sigfrido preguntó a quien podía contestar, y por el momento, ese es un cuento de camino menos. Los militares no están en listas pendientes.

Evidentemente, un rumor menos en la esquina.