La Haya, ¿vergonzoso?

La Cancillería, representada por Alejandra Liriano, Luis Arias y Josué Antinoe Fiallo, tuvo una excelente intervención en el foro sobre apatridia de La Haya, adonde Vargas Llosa llevó a Juliana Deguis, pero le salió el tiro por la culata porque su caso fue el ejemplo ideal para explicar las bondades del plan de regularización. Cuentan que el rechazo de Liriano a la supuesta apatridia fue vigoroso y bien documentado, por lo que no se entiende por qué el gobierno optó por ocultar su digna participación.