La nueva misión del FMI no cenó
Como venían de lejos no comieron chercha...
Los expertos en refranes llevan años discutiendo si se buscan tres o cinco patas al gato, cuando un debate resulta irrelevante.
Como todavía no se llega a conclusión, cada cual usa la que sea más apropiada a su gusto, porque al final se trata del mismo absurdo.
Son cuatro y no tres ni cinco las patas del gato.
Lo mismo acaba sucediendo ahora con el Fondo.
Es el mismo FMI de siempre, con sus políticas de policía mundial de la economía, y ahora en manos de una francesa porque su antecesor, también francés, no pudo mantener cerradas sus braguetas.
Sin embargo, la gente percibe que la última misión tiene tres patas, o cinco, pues su reporte luce más transparente y real que los anteriores.
Atribuyen el hecho a que sus miembros vienen de lejos: uno polaco, otro hindú y una tercera (al parecer) árabe, y son tan diferentes que no se contagian con la chercha tropical.
Que no duermen para no tener que roncar y no se matan por un buen almuerzo o una mejor cena, agasajos que fueron muy usuales con las anteriores delegaciones.
Con tanto ceño, el informe tenía que ser una bomba.
Como todavía no se llega a conclusión, cada cual usa la que sea más apropiada a su gusto, porque al final se trata del mismo absurdo.
Son cuatro y no tres ni cinco las patas del gato.
Lo mismo acaba sucediendo ahora con el Fondo.
Es el mismo FMI de siempre, con sus políticas de policía mundial de la economía, y ahora en manos de una francesa porque su antecesor, también francés, no pudo mantener cerradas sus braguetas.
Sin embargo, la gente percibe que la última misión tiene tres patas, o cinco, pues su reporte luce más transparente y real que los anteriores.
Atribuyen el hecho a que sus miembros vienen de lejos: uno polaco, otro hindú y una tercera (al parecer) árabe, y son tan diferentes que no se contagian con la chercha tropical.
Que no duermen para no tener que roncar y no se matan por un buen almuerzo o una mejor cena, agasajos que fueron muy usuales con las anteriores delegaciones.
Con tanto ceño, el informe tenía que ser una bomba.
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