Las pistas de Thimo Pimentel

Un juego, una performance, una denuncia, una reivindicación de la ciudad de Santo Domingo... Que cada quien lo interprete según gustos, fobias o sesgo cognitivo.

Thimo Pimentel está moviendo por toda la capital, a su antojo e interés, a ciudadanos que buscan por monumentos, edificios, esquinas, matas, iglesias y recovecos alguno de los cilindros en cerámica que él (es fácil imaginarle riéndose por lo bajito) esconde.

En su página de facebook deja pistas que llevarán a estos entregados buscadores de tesoros a conseguir una pieza. Hay quien no descifra el mensaje y quien presume de conocer la "lógica pimenteliana" lo que le permite en pocos minutos presentarse en el escondite y alzarse con el trofeo.

Así, un Thimo invisible señala, unas veces con pena, otras con rabia o con sorna, o porque sí, lugares históricos, rincones olvidados, puntos emblemáticos en decadencia, la ruina de lo que deberían ser respetados monumentos, esquinas que él ama y edificios que él admira. En Navidad, se fue a la playa y allá, en Punta Cana, aparecieron sus cilindros, también de vacaciones.

Como uno de los grandes ceramistas dominicanos, sabe que esas pequeñas obras de arte, firmadas y numeradas serán codiciadas.

Con este "juego" conjuga tantos intereses que es difícil pensar en un proyecto artístico con más lecturas: usa las redes sociales, genera deseo por el arte, comparte sus inquietudes ideológicas, redescubre la ciudad a los despistados, hace denuncia ciudadana, moviliza a la gente, funde disciplinas...

IAizpun@diariolibre.com