Si cayese la ausencia
Cuando uno siente que alguien se va de nuestro lado para siempre, crece el temor ante la soledad que viene de camino. Esto pasa sea quien sea. Puede ser un empresario exitoso, elegante, admirado por sus decisiones acertadas en el mundo de los negocios. Ese señor se sentirá aterrado cuando le diagnostican a su esposa una enfermedad incurable. Desde ese mismo instante, entrará en pánico y comenzará a recordar cómo fue y cómo ha sido su vida. Su madre murió de la misma enfermedad cuando él todavía era un niño. Lo estará pasando igual ahora. Días de angustia, su cuerpo desencajado, perplejidad en su alma y se dará cuenta que su entorno familiar ha cambiado. Sus hijos ya no son niños y hacen de su vida lo que quieren. Habrá situaciones que no sabe cómo enfrentar, se volverá vulnerable. Y entonces querrá cambiar, y le será difícil. Si cayese la ausencia por la muerte de su esposa, su vida sería otra. Nada feliz. Se sentirá embargado de nuevo por el dolor que sintió y los abusos que contra él cometió su padre en una circunstancia tan igual que ahora podría envolverlo y hacer de él un hombre de esos que el odia. Esta es un poco la historia central de mi novela SI CAYESE LA AUSENCIA.
Me introduzco en la psicología de un ser humano que cae en la ausencia. He leído varios libros en los que se explica el porqué, el cómo y el cuándo en que cada persona siente el paso de los años, el cambio en su manera de actuar, los cambios entre la riqueza y la pobreza, y viceversa, entre la salud y la enfermedad propia o la de un ser querido. En esos cambios, en especial, cuando son dolorosos, el ser humano actúa de una manera contraria hasta lo que en ese momento ha sido su vida. Los psicólogos saben cómo adecuar con el comportamiento y variar los dolores por algo que ayude a ese ser humano. Los psiquiatras y lo psicólogos ayudan, hacen actuar en forma adecuada, y cumpliendo con lo dicho por estos profesionales, se nos va borrando la tristeza, el dolor, la depresión y todo lo que puedas sentir y padecer.
Esta novela, como todas las mías tiene un poco erotismo. Es algo que me contó un amigo (QEPD) sobre algo sexual que hacía con su esposa. Lo mismo sucede con el aspecto psicológico de SI CAYESE LA AUSENCIA, ya que los libros de psicología me encantan y me ayudan a vivir. Creo que cada novela tiene algo, de psicología, pues ¿cómo construir un personaje si no se escribe lo que piensa, por qué le pasa esto o aquello, por qué cambia o continúa igual con sus problemas, las ausencias que lo envuelve? Lo demás cae en la mente y sobre las manos del escritor y hace lo que quiere hacer con ese personaje novelesco.
Cuando lea mi novela se dará cuenta que lo que digo es lo correcto. Cada escritor escribe de una manera distinta. Los lectores son el jurado. A algunos no les puede gustar una novela premiada excelente, buenísimo y a otros les puede encantar una novela simple, sin descripción exacta de los personajes. Y por eso digo siempre que los lectores son los jueces.
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