Libertades

Así, hemos instaurado una dictadura igual o peor: la dictadura del desorden, que autoriza a delincuentes a aterrorizar niños, porque iban en el autobús “equivocado”.

Si la Justicia da una lección con esos terroristas, verán ustedes como los socios sindicales de esos facinerosos le harán la vida imposible a las comunidades sobre las que ejercen su dominio de terror. Porque eso es lo que es: una dictadura basada en el terror que ya desborda la pequeña geografía del pueblo para instaurarse en todo el país.

Es posible que la Justicia haga un ejemplo de este caso, pero la población seguirá esperando justicia en tantos otros, sobre todo en aquellos que envuelven a personajes políticos que parecen intocables, a pesar de sus sobradas muestras de culpabilidad. Para ser libres, primero debemos ser responsables.