Liderazgo y pueblo
Cortésmente me permito comentar su editorial. Me animo a opinar, porque en mas de una ocasión, usted se ha referido a la responsabilidad del “pueblo” en gestionar- originar- promover- conducir- realizar los cambios que necesita nuestra sociedad.
Mi parecer es el siguiente:
1) Las noticias que nos llegan sobre los “milagros” ocurridos en Alemania, Taiwán, Singapur... y otros países con cambios significativos en su desarrollo, nos enteramos que han sido guiados por líderes que han marcado el paso a seguir, que trazan el camino que van a recorrer, haciendo lo que dicen, con equipos que dan el ejemplo, arrastrando a los demás a seguir en ese sentido sin desviarse, por lo que el esfuerzo se potencializa a nivel de todo el pueblo (teniendo en cuenta que siempre aparecerán trabas, trampas, tramperos..., lo cual también estará previsto y su tratamiento contemplado).
Esos líderes se comprometen formando equipos comprometidos y comprometiendo a toda la sociedad, lo primero, conociendo las necesidades y clasificándolas por su prioridad.
2) Un país, un grupo, una familia (y todo conjunto) camina en armonía y justicia, cuando el padre de familia (eligiendo la familia) da el ejemplo: siendo justo; asignando responsabilidades y compensación de acuerdo a cada cual; premiando al bueno, al trabajo bien hecho, al esfuerzo, al que ejemplariza y provoca la imitación, y por otro lado, buscando respuestas y acciones para los que no marchan al ritmo y/o no están ayudando en el plan trazado por y para el conjunto. Ese es un padre de familia al que se respeta y se le reconoce su puesto de líder. jm