Los delincuentes se burlan

Asaltan camiones del Gobierno en plena capital

Nadie sabe dónde aprenden, pero todos reconocen que el delincuente dominicano es el más audaz del mundo. Podría culparse a la televisión, e igual al cine, y no sería justicia suficiente.

La naturaleza supera el arte, la realidad a la ficción, como sustentaron muchos ideólogos de la antigüedad, desde Shakespeare a Kant.

Pruebas al canto.

Eso de aprovechar que muchos residentes en la capital viajan a sus pueblos por motivos de Navidad, y desvalijar los pasajeros de guaguas a mitad de camino, no deja de ser ingenioso. Y productivo.

Lo mismo puede decirse de perseguir en motores a los camiones con los repartos del gobierno y asaltarlos en plena vía pública y en marcha. Sin esperar que se estacionen.

Las mafias de Nueva York o de Chicago en los tiempos de la poderosa familia Bonano y del singular Al Capone no se hubieran atrevido a tanto.

El desafío es abierto, y la impresión de que no hay régimen en las calles, y los maleantes no solo roban. Ahora se burlan de los policías de una forma que ni en películas. Aunque en guión se parece a la Loca Academia de los años ochenta y noventa del siglo pasado.