Nadie se quiere quedar fuera

Como van las cosas no quedará ningún sector, asociación o hasta junta de vecinos que no fije su posición “patriótica” en el pleito político de las primarias abiertas, cuando lo más importante es la regulación de los gastos, tiempo de campaña y clientelismo. La Iglesia Católica se metió de lleno, a pesar de que monseñor Agripino abandonó la mediación, los empresarios y sociedad civil están con la voz de alarma como si lo que viniera es una reforma constitucional y no la de un punto de una ley para los procesos internos de los partidos.