No pueden con los choferes

Si nos atenemos a la tradición, lo de BC se olvidará...

Los choferes no son los dueños del país, como se dice y ellos se creen, pero sin duda cuentan con un amparo especial, o producen un miedo que a todos contagia.

Lo más interesante es que esa situación no se origina por gestión propia, sino por concesión. Las autoridades no se atreven a marcharles.

No importa lo que hagan, siempre será igual, y sin atender jurisdicción. Sea policía, fiscal, juez, cada cual les sacará comida aparte.

Cambian los tiempos, evidentemente.

En una época el chofer era uno de los hombres más serios y responsables de los pueblos, fuera de carga o de pasajeros, y en la ciudad, que por entonces era la capital, el más decidido luchador por la libertad y la democracia.

Sin sus huelgas no se hubiera superado el terror de tiempos pasados.

Ahora, sin embargo, el chofer es lo más parecido a un tíguere, sea de carga o de pasajeros, y en esa condición no respeta ley ni conoce orden.

Lo de los niños de Boca Chica, por ejemplo. “Peso a morisqueta” que eso se queda así. Nadie querrá buscarse problemas, y los choferes son verdaderos problemas.