Ábaco y tecnología

Contar con los dedos, aunque parezca cosa de niños, en ocasiones es más práctico o sencillo que apelar a una calculadora. Así es el platanero con la “mano” de plátanos; también el guineero y ni qué decir del cobrador de guagua a quien nadie lo imagina sin un bollo de papeletas en sus manos. Pero son muchas las cosas de la vida moderna, en la mayoría de las profesiones, en las que contar con los dedos o a mano ha sido superado, por lo que no asumo mala fe, sino añoranza, en quienes propugnan la vuelta al ábaco para contar millones, en desmedro de la tecnología de punta.