Agua bendita que es vida

A Danilo, que ha declarado los próximos cuatro años como los del agua; a Domínguez Brito, que desde Medio Ambiente ha lanzado una ofensiva brutal en defensa en Valle Nuevo de lo que considera la “madre de aguas”, lo mismo que a la CAASD y a todas las corporaciones de acueductos, Matthew les mostró su lado bueno: llenó nuestras presas, al punto de que algunas están cerca del tope, y palió la sequía sin grandes daños a la agricultura. Lo que resta ahora, con esa bendición caída del cielo, es administrarla, y llevar conciencia a la gente de que aunque ahora la tenemos hasta el cuello, el agua es un recurso escaso en toda circunstancia, por lo que obliga, no solo cuando hay escasez y crisis, a que se haga un uso razonable.