Caamaño, ¡caramba!

Cómo recordar hoy a Francisco Alberto Caamaño Deñó en el 45 aniversario de su muerte. Cómo habrá sido sepultado, si la cara vuelta hacia debajo de la tierra, como sugirió Diógenes, para que todas las cosas se vuelvan al revés y su cuerpo vuelva hacia arriba, o si con los pies hacia adelante o boca arriba, aunque el filósofo griego concluyó que de nada valía afanarse porque sin sentir cosa alguna no podría defenderse de las aves y de las bestias fieras. En efecto, Caamaño no puede hacer ni sentir nada, por lo que es a la posteridad a la que corresponderá disponer el lugar que ocupará en la Historia, aunque hay quienes dicen que su nombre está ya inscrito junto al de los prohombres de la República Dominicana.