Robert Copley, el procónsul

O Robert Copley erró en la forma de dar el mandado, o quizá nos cree una provincia estadounidense en la que ejerce un rol de procónsul. La objeción de Estados Unidos a nuestras relaciones con China Popular pudo tramitarse vía diplomática y hasta incluso enterar en persona a Danilo, pero Copley fue grosero e injerencista al utilizar el Palacio Nacional como escenario para decir que tomarán “las medidas que podamos para garantizar y mejorar la institucionalidad de este país”. Peor, dejó caer de manera sutil lo que es casi una amenaza, que el vínculo con China Continental atenta contra nuestra estabilidad, progreso y democracia. Alguien de Palacio debió haberle recordado ahí mismo a Copley que no se aceptan pautas ni la República Dominicana delega el derecho soberano de acordar sus relaciones diplomáticas.