De salario y presupuesto (I)

Llegaron los días, con la discusión del presupuesto, de que se escuche hablar mucho de aumento salarial y de las limitaciones que tiene el Estado por sus bajos ingresos fiscales y los compromisos fijos ineludibles que debe cumplir. Me hubiese gustado, quizá algún día se llegue a eso, que antes de desvanecer toda expectativa por la supuesta falta de recursos, los que gobiernan se atrevan a transitar el camino más pedregoso, el que conduce a que hagan pagar a los que más tienen y pueden, empezando por gravar el lujo e imponer tope a las ganancias, impuesto que se paga cuando las arcas están saturadas y que en algunas partes del mundo sirve para preservar la paz social y reducir la famosa brecha entre ricos y pobres.