Derechos intrínsecos

Los derechos humanos son universales y deben ser respetados sin importar condición social, género, etnia o nacionalidad de las personas. Son indivisibles e inalienables, lo que significa que no pueden ser despojados por otros. Digo esto no como una divagación sabatina, sino a propósito de que el próximo lunes 10 de diciembre es el Día Universal de los Derechos Humanos, ocasión propicia para rememorar tan singular celebración, en la que siempre valdrá la pena hacer saber a los que gobiernan, a los reaccionarios y a los desmemoriados, que los derechos humanos son inherentes. No se conceden por magnanimidad de nadie ni porque se disfrute de determinados bienes. Toda persona tiene derecho a vivir una vida de libertad y dignidad.