Despacio que no tengo prisa
Lo del coronavirus va para largo, lo que me permite ajustar a esa realidad, pero a la inversa, la frase “vísteme despacio que tengo prisa”. Con el COVID-19 hay que hacer cada cosa a su tiempo, lo que incluye desechar opiniones como las de toque de queda 24/7 y test diagnósticos a todos y de inmediato, para citar dos ejemplos. Por momentos he sentido igual premura pero me contengo al pensar en las tantas variables que al decidir deben ponderar las autoridades. Incluso, satisface que por la similitud de Danilo y Montalvo, flemáticos y parsimoniosos ambos, estén al mando porque su perfil es el de gente que actúa sin sobresaltos, típico de mentes que trabajan despacio, por lo que en ocasiones dan apariencia de indecisión.
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