El paredón de la moral

Hay un tipo de condena a muerte que resulta peor que la de ser fusilado en un paredón. Se trata de la muerte moral a partir del rumor público, de presunciones de dolo o por interés comercial y político. Este tipo de fusilamiento de honras y reputaciones bien ganadas, se está practicando a diario en el país, lo que debe ser motivo de preocupación porque antes era ejecutado con exclusividad por cloacas digitales y por “programeros” desacreditados, pero ahora ha sido elevado de estatus social, llevado de la mano por comunicadores de saco y corbata que se pintan de serios y que desde importantes medios olvidan, al dar cabida a mentiras, calumnias y tergiversaciones, que lo que está en juego es su prestigio y credibilidad.