El político made in RD

En días pasados escribí que disfrutamos de pocos políticos profesionales, los que en caso de ser derrotados en las urnas poseen la habilidad de, en medio de la decepción, gestionar el fracaso. También son contados, porque no ha habido renovación partidaria, los que no viven atrapados en el pasado. El político criollo, el hecho en RD, es sinuoso y lo más parecido a una ranchera mexicana, pues se canta y se llora. Es camaleónico y critica desde la oposición lo que hace cuando es gobierno. Tan confiado es de la mala memoria del pueblo, que promete y no cumple. Incluso, por ser tan caradura, hace lo que dice que no está haciendo. Demás está decir que a la generalidad de nuestros políticos le falta pudor y le sobra desenfado.