El pueblo es el único culpable
Hoy es un día para dejar espacio a la reflexión; para consultar con la conciencia y decidir. De lo que suceda mañana, sea “h” o “r”, salga pato o gallareta, o si el niño resulta feo, que no le echen la culpa a la partera, a la casualidad o a una chepa. Lo que vayan a parir las urnas será la voluntad soberana del pueblo, único responsable de que la democracia haya puesto en sus manos elegir su propio destino. En todo caso, los inconformes debieran elegir un pueblo nuevo, menos terco y cabeza dura.