El “Tin Marín” opositor

No es extraño que Abinader encabece cada denuncia que hace su equipo de trabajo sobre problemas puntuales, ya sea delincuencia, combustible, deuda, electricidad, corrupción; de lo que sea. Va brincando de un tema a otro, cual niño que juega al “tin marín de do pingüé, pégale, pégale que él fue”. O “a la candelita”, y a cada rato va “a la otra esquinita”. Al candidato debieran reservarlo para lo propositivo, y no ser reactivo a cada acción del gobierno, como si no dispusiera de propuestas propias.