Final de año como pretexto

El final del año es un pretexto perfecto para cerrar círculos de nuestra vida. Soltar eso que nos carga. Perdonar, olvidar, reconciliarnos con ese amigo o familiar. Abracemos más. Halaguemos más. Brindemos más caricias positivas. Seamos más pacientes. En reuniones familiares evitemos temas controversiales que puedan arruinar la velada. Seamos inteligentes. Ese no es el contexto. Se trata ese día de promover el amor y la alegría entre todos. Hagamos círculos de agradecimientos. Cada uno dirá algo que quiera agradecer sobre el año que termina. No olvidemos que estamos creando historias de valor que merezcan ser recordadas con una sonrisa en el rostro y en el alma. (Colaboración de Fe María Franco de Aja).