Idiosincrasia y globalización

Pasaron ya los días del carnaval, una de nuestras grandes tradiciones, por lo que ahora la iglesia católica, superada su incomodidad por lo que califica de fiesta pagana, puede dedicarse sin distracciones a la Cuaresma, la que también es parte de las creencias y costumbres del pueblo. Carnaval y Cuaresma, respetando sus debidos espacios, expresan la idiosincrasia popular y son parte de la cultura nacional. Disfruté del carnaval de Santiago y del desfile nacional, y salí reconfortado porque es un esfuerzo para que no se pierda nuestra identidad ante el ritmo avasallante de la globalización, la que con su carga de mucha mentira y poca verdad favorezco, pero no al precio de sustituir lo nuestro por lo foráneo.