La ilusión de los días de fiesta

Los que no nos dejamos llevar por la masificación de las costumbres ni por las convenciones, solemos pensar a veces que los tiempos llamados “de fiesta” son días en que todo el mundo anda contento en virtud de un hecho que todos conocen y que nosotros ignoramos, pero basta retroceder un poco en la nostalgia para retrotraernos a la infancia, cuando el arbolito de Navidad encendía lucecitas y sonrisas, cuando la mención de los Reyes Magos significaba la ilusión de juguetes nuevos, cuando la mesa familiar reunía a tíos y primos lejanos, y entonces la alegría renace para iluminar los corazones y para despertar la fe en que, a pesar de todo, siguen intactas nuestras ganas de soñar y trabajar por un mundo mejor para todos. (Colaboración de Santiago Almada).