Las promesas de campaña

A gente que empujó, y hasta pujó, el triunfo de Luis Abinader le digo que no espere que cumpla algunas de las promesas de campaña, no por aquello de que una cosa es con guitarra y otra con violín, sino por las intrincadas y enmarañadas redes de la estructura de poder. Escucho gritos dizque porque se prometió equidad de género y a nivel ministerial las mujeres están más escasas que muelas de garza, pero es probable que lo mismo ocurra con muchos otros asuntos claves. Eso de que donde dije digo dije Diego es común en todas partes. Fíjense en este ejemplo: Obama juró cerrar la prisión de Guantánamo durante su primer año de gobierno porque era “una abominación legal y moral”. Hay teclas, aquí, allá y acullá, que no se tocan.