Liderazgos al servicio de República Dominicana

Me escriben para complementar las dos columnas anteriores sobre los liderazgos de Danilo, Leonel e Hipólito, a los que atribuí esa condición por carisma, dedicación al trabajo y vocación de poder: “No basta con esos atributos. El liderazgo político tiene sentido y sólo se mantiene si responde a las grandes necesidades de los pueblos y a los retos que plantean el progreso, el desarrollo y el bienestar humano. Si no se responde a esos retos, la historia y los pueblos, con incontenibles fuerzas huracanadas, terminan barriendo, a veces haciéndolos trizas en el breve instante de un parpadeo, a los más grandes dotados gobernantes, fuertemente anclados en el poder y con autosuficientes pretensiones mesiánicas”.