¿Llegó al PRM lo moderno?

Cuentan que Alfredo Pacheco sufrió una derrota de leyenda cuando el PRM escogió a su vocero en la Cámara de Diputados. Resistió, pero la decisión de desbrozar el camino a nuevos liderazgos había sido tomada, y con él otros viejos robles también han caído. Incluso, pese a que se trató de un amarre que resintió la democracia interna, Paliza y Carolina podrían considerarse expresión del cambio de rumbo. Es legítimo el apego de la vieja guardia a sus años de sacrificios y que no acceda a deponer las armas, pero resulta penoso, en el PRM y en todos los partidos tradicionales, que padres, y hasta abuelos de los relevos generacionales, se resistan a la renovación de las estructuras y a la remoción de sus anquilosadas direcciones.