Me quedo con esta democracia

Los del Partido Reformista tienen tanto de qué ocuparse por sus confrontaciones intestinas, que pocos de ellos recordaron que el pasado 1 de julio se cumplieron 51 años del arribo de Balaguer a la presidencia luego de la Guerra de Abril. Ese olvido puede ser el mejor retrato del alcance de sus confrontaciones, porque Balaguer tiene vigencia diaria en el quehacer político. Pero si menciono al Doctor no es por los reformistas, sino que al leer las propuestas aventureras de los “intelectuales” para desplazar a Danilo por un gobierno provisional, recordé una de sus frases célebres: “El salto al vacío”. Eso y no otra cosa es lo que provocaría el desaguisado “intelectual”, por lo que prefiero quedarme con esta democracia imperfecta, y con un gobierno elegido por el voto popular, expresión del normal desenvolvimiento de sus instituciones.