No cabe más endeudamiento

En conocimiento de que los denominados bonos soberanos no son más que deudas, no entiendo por qué los gobiernos se alegran cuando hacen “buenas colocaciones”. Las actuales autoridades se estrenaron con la emisión de bonos en el mercado internacional ascendentes a US$3,800 millones, una práctica que criticaban con dureza a los gobernantes que les precedieron, pero tienen la excusa de que los obliga la crisis provocada por la pandemia. Es para reírse y lamentarlo a la vez, porque es como el conejo que trata al burro de orejú. Lo que más duele de estos montones de deudas, es que las pagan contribuyentes que no fueron consultados ni han sido beneficiados de manera directa, pero son los que sufren las mayores privaciones.