No hay un mejor en los EE.UU.

Cuando digo que Hillary ha llegado a donde está por su luz propia, pero que es tan tenue que no alumbra mucho, saco a colación una de las razones por las que Trump, pese a sus errores y la campaña en contra, se mantiene en contienda: Ella es una candidata con muchas debilidades, y ambos generan tan pocas expectativas que el parecer generalizado es que se trata de una elección en la que no ganará el mejor, sino el menos malo.

No conozco de ninguna voz experta que los haya puesto a los dos en el fiel de una balanza para determinar hacia dónde se inclina en función de los intereses estratégicos de la República Dominicana, por lo que seguiré desde las gradas observando el show, porque hasta ahora es sólo eso.