No ven pasar lo que pasa

Uno de los puntos débiles de los partidos opositores derrotados en las elecciones es que están viendo al país camino a una crisis institucional que solo existe en sus mentes, con el agravante de que no tienen fuerzas suficientes para imponer nada. No han querido darse cuenta de que la población votó y se replegó a su cotidianidad, y que está condenado al fracaso su discurso catastrófico, que no asusta a nadie, ni siquiera con el incentivo del pie de amigo que les proporcionan el CONEP y FINJUS y su llamado a violar la institucionalidad en nombre de la institucionalidad, lo que supone suplantar instancias definidas en la Constitución. El país va por un lado y ellos por otro, tanto es así que los dominicanos estamos más pendientes de la despedida a David Ortiz que de sus gritos de guerra.