Noche de paz, noche de amor
Abrigo el deseo de que cada quien celebre a su manera. Y si hay apego a la tradición cristiana, que prime la sencillez y no el boato y la glotonería. Eso es lo que sugiere el acontecimiento, porque se trata del advenimiento del niño Dios, que llegó al mundo sin ostentación, en un pesebre, símbolo y mensaje de la humildad. Esta Nochebuena debe tener el tamaño que le dé cada cual siempre a tono con sus posibilidades y creencias, porque suscribo aquello de que el hombre es tan feliz y tan desgraciado como cree que es. Otra cosa: ojalá que a la hora de cenar, del encuentro en familia, no timbre un celular y que nadie deslice el dedo en una pantalla buscando algo distante, mientras ignora al que está a su lado.
En portadaVer todos
Aspirante a alcalde por SDE opera sobre 2,000 bancas de lotería no reguladas
Preocupación por la vinculación de organismos del Estado con redes criminales
La violencia en las escuelas como reflejo del deterioro de la sociedad dominicana
Gobierno licitará en julio línea del Tren Metropolitano de Santo Domingo
El método global para enseñar a leer no ha sido efectivo en República Dominicana