Opción por lo que hace daño

Un restaurante de Santiago tiene en su menú “El Dañino”, un plato gastronómico cargado de ingredientes y condimentos de esos que los médicos no recomiendan, pero de gran demanda porque los comensales no reparan en su potencial contra la salud. Eso sucede en la vida diaria, donde abunda el que se prefiere atado a relaciones que enferman; el que se queja de la insolencia en la TV y la radio, pero sin fuerzas para liberarse y mover el dial. Hay que respetar a los que por voluntad propia conviven con lo que hace daño; a los que acompañan a los que siempre dicen que no. Respetar también al que hace causa común con perezosos y tóxicos; a aquel que prefiere a su lado a los que al decir de monseñor Arnaiz “no soportan desde la esterilidad propia y forzada la fecundidad ajena”.