¿Puede Emma salvar a la UASD?

Pocas veces escribo en primera persona, pero ahora lo hago de manera expresa para referirme a Emma Polanco, profesora de la UASD con méritos suficientes para ser la primera mujer que accede a su rectoría. Somos de la misma camada de los turbulentos días de la secundaria en el liceo Onésimo Jiménez, de Santiago, y le reconozco condiciones para rescatar un conglomerado con tal maraña de intereses en el que para dirigir, comprobado por hechos recientísimos, la honestidad no es prerrequisito. Prendas morales y capacidad aparte, el reto de la pepinera para producir cambios es inmenso, por ser mujer en una sociedad de machos y porque en la UASD no bastan las buenas intenciones: hay que pactar con los intereses creados, que son los que quitan y ponen al rector. Volveré con el tema.