Solidaridad es la clave
En este momento aciago el dominicano expresa la proverbial solidaridad que le caracteriza, capaz hasta de despojarse de lo suyo para dárselo al hermano que lo necesite, aunque por la magnitud de la crisis por más que colaboremos entre nosotros mismos no será suficiente para salir a camino. Se precisa de la ayuda internacional, pero esa mano amiga no tiene que llegar a través de préstamos o con el aplazamiento de pagos, pues a la postre nos endeudaríamos más. Lo justo sería que se condonen deudas contraídas con organismos como el FMI, Banco Mundial y BID. Incluso, con todo y que el impacto es mundial, no descartar la creación de un fondo para que los países más desarrollados y con más recursos carguen con mayor responsabilidad.