Parlanchines

En nuestro medio los parlanchines abundan, como la verdolaga. No asimilan que, como reza el refranero, por la boca muere el pez, sabia expresión que sugiere prudencia y moderación al hablar. Toda figura pública y de prestancia social debe tener colaboradores que se arriesguen a decirle que en boca cerrada no entran moscas. A algunas personas, y no sólo me refiero a políticos, hay que recomendarles que administren mejor su verbo, porque el "galloloquismo" no sienta bien en gente tenida por seria en la sociedad.