Puerto de Manzanillo
La derogación del decreto que traspasó al sector privado cibaeño el Puerto de Manzanillo, causó sorpresa y envió una señal preocupante a los sectores de esa región que estaban desarrollando ése y otros proyectos.
Hasta donde se tiene conocimiento, nadie se reunió con ellos para expresarles la preocupación del Gobierno, si es que la había, por el desarrollo del puerto. Este gobierno se define como de concertación y por eso resulta tan extraño el úkase contra los empresarios cibaeños.
A este diario no le interesan las teorías de la conspiración respecto a este caso. Sólo llamar la atención con relación a este delicado asunto.
El desarrollo del puerto de Manzanillo, de acuerdo con las necesidades de las provincias cibaeñas es de la mayor importancia para el desarrollo armónico del país. Ese puerto, que actualmente procesa cargas para la industria del cemento y la del banano, así como para las zonas francas locales, no debe sufrir las consecuencias de los chismes o los intereses de sectores ajenos a la realidad cibaeña. El Gobierno debe escuchar a todas las partes.