Rafael Correa

El gesto peleonero oculta el hacer sensato, por lo menos en materia económica. Rafael Correa consiguió lo que su maestro no pudo, compaginar inversión social con responsabilidad fiscal. Los indicadores macroeconómicos están cuadraditos. Las cifras hablan: desempleo de un 4.5%, deuda externa de un 25% como proporción del PIB, déficit fiscal menor a 3%, inflación entre las más bajas de la región, tasas de interés apropiadas. Los resultados indican que la política económica ejecutada en Ecuador debe inspirar mucho más respeto y admiración que la llevada a cabo en Venezuela. Los hechos determinan la opinión. Los hechos, allá, son buenos. hfigueroa@diariolibre.com