Si es verdad...

Si es verdad, como se ha informado, que el gobierno de la República de Haití designó un embajador ante el Gobierno dominicano, sin antes haber solicitado el beneplácito correspondiente, sólo hay un camino a seguir.

La República Dominicana no puede recibir a un embajador que previamente no ha recibido el “placet”, es decir, la buena disposición del gobierno anfitrión de recibirlo.

Desde siempre se ha dicho que los haitianos han carecido de “buenas maneras” en sus relaciones con los dominicanos, característica que se hace más notoria por la propensión nuestra de aceptar como hechos cumplidos todos los desplantes de su diplomacia. Pero la actual situación de las relaciones entre ambos países manda que la República Dominicana haga saber claramente que no aceptará nuevas “malacrianzas” de nuestros vecinos.

Que las relaciones entre nuestros países deben seguir el curso normal de una vecindad armoniosa, y que la conducta dominicana reflejará el grado de cooperación y cortesía de la otra parte. Eso es reciprocidad.