Sin precio

Comprobado y real. Auto-controlarse ante situaciones "molestas" que suben el nivel de enfado y defensa, da muchas más satisfacciones que reaccionar y atacar. No es que otros le maltraten o abusen, simplemente que elija las batallas. Vivimos con una especie de alerta constante que se dispara a la mínima provocación y eso es agotador. En cambio, cuando controlamos esas reacciones, a los pocos minutos la satisfacción y plenitud de huir de un enfado y confrontación… No tiene precio.