Tapando la crisis

La actitud del presidente haitiano Michel Martelly de boicotear el diálogo con la República Dominicana, obedece más a razones de la crisis política de su país, que a problemas bilaterales.

Martelly no las tiene todas consigo en Haití, y ha logrado darle largas a las elecciones para renovar el Parlamento, pues anticipa una gran derrota electoral que le haría imposible gobernar el resto de su período y afectaría notablemente las posibilidades de mantener el poder.

Esa crisis, que se ha manifestado con huelgas y marchas violentas en las calles de varias ciudades haitianas, ha sido creada por fuerzas que se agrupan alrededor del ex presidente Jean Bertrand Aristide, y es un problema interno de Haití, que el gobierno de Martelly pretende esquivar "exportándolo" a la República Dominicana.

Este intento burdo debe ser rechazado y denunciado, como la base de la presente situación de crisis. No es el estatus de los haitianos aquí lo que preocupa a Martelly, sino la supervivencia de su gobierno. Y eso es jugar sucio.