Tecnología que se adapta al tiempo

La dureza del banco del malecón capitalino no es obstáculo para que este señor, entrado en años, se acomode con sus zapatos y gorra de almohada, para escuchar su programa favorito en el vetusto modelo de radio a transistores, aprovechando la brisa marina y el solaz de la tarde caribeña. Foto: José Justo Félix