Tibia, muy tibia

Homero Figueroa

Lo primero: no hay nada tan malo sin algo bueno y nada tan bueno sin algo malo; así que medir a la administración Medina, medida por medida, para calificar estos primeros cien días, me parece un ejercicio inútil. A Danilo se le pueden inventariar decisiones, unas y otras, buenas o malas de acuerdo al cristal con que se miren. Los conformes verán todo color rosa. Los inconformes, oscuro como boca de lobo; pero yo creo, que el color más justo es el gris. Medina luce pálido. El color de sus acciones muestran la temperatura de su voluntad: tibia, muy tibia. hfigueroa@diariolibre.com