Una ciudad hostil

La desgarradora fotografía publicada en la portada de ayer, en la que un entrenador ayudaba a un grupo de ciegos a defenderse del ambiente hostil de la ciudad, debe mover a reflexión a las autoridades y a la ciudadanía.

La fotografía mostraba a una joven ciega que enfrentaba detrás de ella un cúmulo de basura, y por delante un hoyo en la acera y un bloque de concreto que le obstaculizaba el paso. Si se lanzaba a la calle para esquivar los obstáculos, cualquier motociclista o conductor imprudente la podía atropellar.

Esta ciudad es tremendamente hostil por acción de sus habitantes y omisión de sus autoridades. Esta ciudad está llena de basura, de obstáculos, de malas aceras, de personas irrespetuosas y de peligros. Cualquier tipo de discapacidad es casi una sentencia de muerte para esas personas, porque nada las ayuda a sortear los cientos de peligros a su paso.

Los ayuntamientos que gastan tanto dinero en carnavales y luces, debieran mostrar un poco más de sensibilidad y de caridad. Es de justicia.