Una oportunidad perdida

Siempre me he preguntado por qué será que cuando un político llega a la presidencia nunca se toma el tiempo para reflexionar sobre las oportunidades que se le presentan pero sobre todo, no se toma el tiempo para prepararse para los retos que habrá de enfrentar.

Señor presidente, cuando usted llegó a la presidencia lo hizo en una coyuntura muy favorable y que pocos antecesores suyos tuvieron. Durante la campaña del 2012 el barril de petróleo rondaba los cien dólares y a los pocos meses de usted subir las escalinatas del Palacio Nacional esos precios se desplomaron hasta tal punto que desde ese momento el costo de la factura petrolera se redujo a la mitad.

Esa situación muy favorable se perdió porque sus planes y estratégicas políticas, desde el mismo momento que llegó, eran otros y jamás pudo ver los muchos beneficios que esa situación significaba para su gestión y para el país.

Esa situación se podría decir que era una cartera de recursos del exterior disponible para gastar e invertir en obras pero sin pago de intereses ni devolución del capital. Era pues, un ahorro neto de muchos millones de dólares.

Aunque los precios de del barril de petróleo se mantienen, no se puede hablar de coyuntura favorable por la razón de que su gestión comprometió esos ahorros para el pago de los intereses de la deuda externa. En otras palabras usted diseñó una estrategia con preponderancia del endeudamiento y por eso hoy se presentan dificultades para continuar los trabajos de línea dos del metro y hasta del teleférico y tampoco puede dar aumento a los servidores públicos.

Ramón De la Cruz

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