"American Gangster" o el real origen de la droga

SD. Los recientes premios Oscar dejaron sin galardón a varias ilustres figuras del cine, entre ellas al maestro inglés Ridley Scott y al siempre correcto actor Denzel Washington, quienes formaron la base del team para la producción "American Gangster". Dado que fue nominada solo en la categorías Dirección de arte y Mejor Actriz Secundaria , se podría pensar que es un filme de escaso interés: nada lejano a la verdad.

En la filmografía del septuagenario Scott destaca el clásico de la ciencia ficción "Blade Runner", que le diera a Harrison Ford la oportunidad de desplegar su talento para el género policial; de hecho, varios de sus papeles en otras películas son en cierta medida reflejo de aquella producción de 1982.

Antes, Scott realizó una adaptación magistral de "Los duelistas" (1977), novela de Joseph Conrad, nada menos que con los entonces jóvenes Keith Carradine y Harvey Keitel. Ya en este siglo, realizó las películas bélicas "La caída del halcón negro" y "El reino de los cielos". Se puede entonces afirmar que el director inglés ha realizado aportaciones a la cinematografía con temas innovadores y además con una cierta perspectiva filosófica de tono nihilista en la construcción y desarrollo de sus personajes.

Con "American Gangster" elabora una epopeya de tono evidentemente muy norteamericano, cuyo argumento está centrado en la tierra de la oportunidades, que en determinado momento de su historia permitiera el surgimiento de una nueva clase de delincuente con aspiraciones empresariales. 

El mafioso, el policía y sus dilemas

"American Gangster" es una película policial de estilo clásico. El guión es del galardonado Steven Zaillian, quien como siempre redacta sus trabajos de modo intuitivo, para posteriormente realizar un riguroso proceso de investigación, que dota a sus producciones  de una atmósfera de tono documental, apoyada por una gran dirección de arte.

Es un filme construido mediante un montaje de historias paralelas que solo al final confluyen. Más dos horas de intenso relato que va fraguando una intriga a fuego lento para llegar a una secuencia final de excelente factura. Frank Lucas es un personaje intenso, construido con detalles mínimos y grandes exigencias dramáticas, a la altura del ya ganador del Oscar, Denzel Washington.

Su antagonista es el detective Richie Roberts, interpretado con soltura por Russell Crowe.  Ambos personajes van en busca de objetivos opuestos. Al policía lo motiva su probada honestidad que le lleva al extremo de sacrificar su vida personal.

Al gangster lo inspira su estricto sentido del orden en la vida y los negocios. Obsesionados por sus fines, no dudan en ir en contra de lo establecido. Aspecto destacable es el trabajo de casting, ya que cuenta con un elenco de soporte amplio y de muy buen desempeño.

Negocios son negocios

El trasfondo de la historia es el tráfico de heroína a inicios de los años 60.  Con la guerra de Vietnam como telón de fondo y la expansión de las grandes corporaciones que cambian el estilo de vida de los norteamericanos, se denuncia la complicidad de personas en todos los estamentos de la sociedad en procura del beneficio ilícito. Poderoso caballero es don dinero dice el verso y este filme lo corrobora. En gran medida esta historia dedica su atención al entendimiento del negocio de la droga como un fenómeno sistémico. Frank Lucas representa el cambio y sus riesgos, pero todo a fin de cuentas se negocia, incluso su propia libertad con su perseguidor. Recomendable para conocer un poco más de los elementos constitutivos de la sociedad contemporánea.

American Gangster

Estados Unidos, 2007. 152 minutos.

Dirección: Ridley Scott        

Guión: Steven Zaillian        

Música: Marc Streitenfeld        

Fotografía: Harris Savides        

Intérpretes:

Denzel Washington   

Russell Crowe   

Chiwetel Ejiofor    

Josh Brolin  

Lymari Nadal  

Ted Levine       

Roger Guenveur Smith    

John Hawkes