"Angelology", mezcla ángeles, Biblia y thriller

Madrid, España. La norteamericana Danielle Trussoni ha dado otra vuelta al "thriller" histórico y las conspiraciones religiosas en "Angelology", una novela que mezcla textos bíblicos y literatura sobrenatural, y que se publica ahora en español tras haberse convertido en un superventas en Estados Unidos.

"Quería tomar géneros muy diferentes, que nunca se han tocado, y crear con ellos una única obra que tuviese elementos de "thriller" histórico, sobrenaturales y de aventuras", explicó ayer Daniel Trussoni (Wisconsin, 1973) en un entrevista con Efe en Madrid.

"Angelology", publicada en español por Planeta, se mantuvo en la lista de los diez libros más vendidos en Estados Unidos durante las cinco primeras semanas de su publicación.

La novela está protagonizada por unas criaturas malvadas que son mitad ángeles y mitad mortales, los "nefilim" y cuenta la historia de Evangeline, una joven monja que ha crecido entre los muros de un convento al norte de Nueva York

A través de una carta que encuentra por casualidad, Evangeline descubre su misterioso pasado ligado a la angeología -la ciencia que estudia los ángeles, a la que se dedicaron su madre, Ángela, y su abuela, Gabrielle- y que su vida está en el centro de una batalla entre el bien y el mal. "Comencé a perfilar el libro a través del personaje de Evangeline, que me llevó a investigar la figura de los ángeles, elementos bellos y misteriosos que están presente en todas las imágenes religiosas", señaló Trussoni.

La escritora estadounidense aclaró, no obstante, que los personajes malvados de la novela no son "puramente" ángeles, sino "nefilim", unas criaturas descendientes de la unión entre los ángeles que traicionaron a Dios y las mujeres mortales.

"Los 'nefilim' no son algo que yo haya creado, sino que aparecen en el Génesis 6 y, aunque en la Biblia no se discute la existencia de estas criaturas, sí hay muchos textos fuera de la Biblia que teorizan acerca del origen de estos seres, descritos siempre como oscuros", aclaró.

A pesar de la carga bíblica, la novela huye del mensaje religioso al mezclar personajes creyentes con agnósticos.