Antioxidantes no previenen cáncer
Madrid. A finales de la década de los 90 la comunidad científica se fijó en la posibilidad de que los suplementos de vitaminas antioxidantes tuvieran un papel protector frente al cáncer, pero el ''encantamiento'' ha durado poco.
Pero la evidencia científica está dándole la espalda a esta hipótesis.
Ahora, un grupo de investigadores internacional -liderados por Goran Bjelakovic, del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca)- concluye tras realizar un artículo de revisión: «No hemos encontrado evidencia de que los suplementos de antioxidantes puedan prevenir los tumores gastrointestinales. Por el contrario, parece que elevan la mortalidad total». El documento se ha publicado en la última edición de la revista ''The Lancet''
Los autores reexaminaron la bibliografía existente sobre consumo de vitaminas A, C, E, selenio y betacaroteno, solos o en combinación, contra un placebo y su relación con la incidencia de cáncer de esófago, colorrectal, gástrico, de hígado o páncreas.
Tras identificar a un total de 881 investigaciones, finalmente se analizaron 14 estudios, considerados como los más rigurosos, y en lo que han participado cerca de 170.000 enfermos. Todos ellos incluían el consumo oral de los citados micronutrientes cada día o en días alternos, durante uno a 12 años.
El betacoreno no es anticanceroso
Entre los datos del trabajo destaca que el betacaroteno, el antioxidante sobre el que más se ha investigado para la prevención de la enfermedad tumoral, «no posee propiedades anticancerosas en los tumores digestivos. Además, su consumo en solitario sólo tiende a aumentar la mortalidad». Pero los efectos nocivos de su uso pueden ser aún mayores, ya que los resultados muestran que cuando se «ingiere en combinación de la vitamina A, el incremento de los fallecimientos es significativo», reza el estudio.
El caso de la vitamina C
Por el contrario, los trabajos sobre el ácido ascórbico dado de forma individual o en conjunción con la vitaminas A, E y el selenio han demostrado que no tiene ningún efecto sobre la mortalidad pero, tampoco, sobre la incidencia de los tumores mencionados anteriormente. «Antes de recomendar el uso tanto de la vitamina C como de la E se debe esperar a que se realicen más estudios randomizados y a gran escala», recuerdan los autores.
El único suplemento que obtiene el beneficio de la duda en el artículo de revisión es el selenio. «Nuestros datos muestran que tiene ciertos efectos beneficiosos en la enfermedad. En el trabajo conocido como Nutrición para Prevenir el Cáncer en EEUU, el primero que se designa en occidente para determinar si el selenio puede disminuir la incidencia y mortalidad total por cáncer, ha constatado una reducción de ambos parámetros entre los participantes que lo consumieron a diferencia de los que ingirieron un placebo. Estos resultados son similares a los obtenidos en tres ensayos chinos», agregan los investigadores, que creen que estos análisis deben ampliarse.
Pese al contenido pesimista del artículo, los autores dejan una puerta abierta a la posible quimioprevención con vitaminas al afirmar:«Queremos destacar que nuestro análisis está basado en ciertos antioxidantes. Por este motivo, los resultados no deben trasladarse a los efectos potenciales de las frutas y verduras, ricas tanto en los nutrientes citados como en otras sustancias. De hecho, se ha postulado con que algunas de ellas tienen propiedades anticancerígenas».
Pero la evidencia científica está dándole la espalda a esta hipótesis.
Ahora, un grupo de investigadores internacional -liderados por Goran Bjelakovic, del Hospital Universitario de Copenhague (Dinamarca)- concluye tras realizar un artículo de revisión: «No hemos encontrado evidencia de que los suplementos de antioxidantes puedan prevenir los tumores gastrointestinales. Por el contrario, parece que elevan la mortalidad total». El documento se ha publicado en la última edición de la revista ''The Lancet''
Entre los datos del trabajo destaca que el betacaroteno, el antioxidante sobre el que más se ha investigado para la prevención de la enfermedad tumoral, «no posee propiedades anticancerosas en los tumores digestivos. Además, su consumo en solitario sólo tiende a aumentar la mortalidad». Pero los efectos nocivos de su uso pueden ser aún mayores, ya que los resultados muestran que cuando se «ingiere en combinación de la vitamina A, el incremento de los fallecimientos es significativo», reza el estudio.
El caso de la vitamina C
Por el contrario, los trabajos sobre el ácido ascórbico dado de forma individual o en conjunción con la vitaminas A, E y el selenio han demostrado que no tiene ningún efecto sobre la mortalidad pero, tampoco, sobre la incidencia de los tumores mencionados anteriormente. «Antes de recomendar el uso tanto de la vitamina C como de la E se debe esperar a que se realicen más estudios randomizados y a gran escala», recuerdan los autores.
El único suplemento que obtiene el beneficio de la duda en el artículo de revisión es el selenio. «Nuestros datos muestran que tiene ciertos efectos beneficiosos en la enfermedad. En el trabajo conocido como Nutrición para Prevenir el Cáncer en EEUU, el primero que se designa en occidente para determinar si el selenio puede disminuir la incidencia y mortalidad total por cáncer, ha constatado una reducción de ambos parámetros entre los participantes que lo consumieron a diferencia de los que ingirieron un placebo. Estos resultados son similares a los obtenidos en tres ensayos chinos», agregan los investigadores, que creen que estos análisis deben ampliarse.
Pese al contenido pesimista del artículo, los autores dejan una puerta abierta a la posible quimioprevención con vitaminas al afirmar:«Queremos destacar que nuestro análisis está basado en ciertos antioxidantes. Por este motivo, los resultados no deben trasladarse a los efectos potenciales de las frutas y verduras, ricas tanto en los nutrientes citados como en otras sustancias. De hecho, se ha postulado con que algunas de ellas tienen propiedades anticancerígenas».