“Resiliencia”, no “resilencia”

La grafía “resiliencia”, con “i” después de la “l”, y no “resilencia”, es la adecuada para referirse a la capacidad de adaptación y recuperación frente a una situación adversa, señala la Fundación del Español Urgente, promovida por la Agencia EFE y el BBVA.

En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como “El estado de emergencia declarado por las autoridades ante la COVID-19 ha venido a poner a prueba la resilencia de las empresas a nivel mundial”, “La resilencia es la clave que puede ayudar a las naciones a hacer frente a la crisis actual” o “Conviene explicar a los niños lo que está ocurriendo para que puedan desarrollar la virtud de la resilencia”.

El “Diccionario de la lengua española” recoge el sustantivo “resiliencia”, no “resilencia”, y lo define como ‘capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos’ o ‘capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido’.

Es precisamente la capacidad de adaptación y recuperación que aparece en las definiciones la que diferencia este sustantivo de la mera “resistencia”, cuya definición es ‘acción y efecto de resistir (tolerar, aguantar o sufrir)’.

La forma con “i” (“resiliencia”) se adapta mejor a la etimología del término, que nos ha llegado a través del inglés “resilience”, pero tiene su origen en el latín “resiliens”, “-entis”, participio del verbo “resilire”, ‘saltar hacia atrás, rebotar’, ‘replegarse’, como señala el “Diccionario”. Por las mismas razones, el adjetivo correspondiente es “resiliente” y no “resilente”.

Así, en los ejemplos iniciales habría sido preferible escribir “El estado de emergencia declarado por las autoridades ante la COVID-19 ha venido a poner a prueba la resiliencia de las empresas a nivel mundial”, “La resiliencia es la clave que puede ayudar a las naciones a hacer frente a la crisis actual” y “Conviene explicar a los niños lo que está ocurriendo para que puedan desarrollar la virtud de la resiliencia”.