Aladdin

Aladdin. (Walt Disney Pictures)

Otra semana de estrenos y entre ellos tenemos “ Aladdin”, una adaptación en imagen real de la película animada del mismo nombre que se estrenó en 1992. Esta versión del clásico de Disney fue dirigida por Guy Ritchie y protagonizada por Mena Massoud, Naomi Scott, Will Smith y Marwan Kenzari. Aquí vemos la historia de Aladdin (Massoud), un agradable pero desafortunado ladrón de la ciudad de Agrabah que se enamora de la princesa Jasmín (Scott,), la hija del Sultán. Para tratar de conquistarla, él acepta un desafío del maléfico Jafa (Kenzari) y se ve obligado a entrar a una misteriosa cueva en el desierto en busca de una lámpara mágica. Es ahí que Aladdin conoce al poderoso Genio (Smith), un ser que tiene el poder de hacer realidad sus deseos más profundos.

Aunque los remakes de Disney ya tienen una presencia constante en las salas de cine, lo que más llama la atención de esta producción en particular es que es dirigida por Guy Ritchie, un cineasta cuyas películas usualmente tienen un peculiar estilo visual para contar historias que tratan temas relacionados al crimen y la violencia. Aun así, esos acercamientos rápidos a los personajes, las distintas tramas que terminan entrelazándose, una edición que juega con los puntos de vistas de los personajes y los espectadores y otras particularidades de la filmografía de Ritchie son casi nulas y lo que nos queda es una típica película de fantasía y aventura. En la mayoría del filme las secuencias transcurren de una forma tan normal que no parece un filme de Ritchie, y por lo menos en dos momentos (uno al principio y otro al final) ocurre un error técnico en el que parece que las imágenes de la película están atascadas en Fast Forward mientras que el audio continua a su velocidad normal.

Visualmente esta película es muy colorida y contiene algunos efectos y tomas que en realidad son espectaculares y pero en la mayoría de los casos todo se ve falso, no solo porque los efectos no funcionan siempre sino también porque en muchas ocasiones parece que las cámaras están grabando escenas de una obra de teatro, no de un filme. Esto causa que muy pocas veces lo que ocurre en pantalla se sienta épico, más bien parecen acontecimientos que ocurren en un barrio, no un reino. Estos desaciertos se notan especialmente en muchas de las secuencias de acción y números musicales, ya que ninguna está a la altura de la versión animada. La trama en sí está trata de ser fiel a la versión original, salvo por algunos cambios para darle a este filme su propia identidad. Algunas de estas alteraciones funcionan, pero otras no y nos dejan con momentos que no son justificados o situaciones en las que las acciones de los personajes carecen de sentido. También hubo un intento de darle un giro distinto a algunos personajes y sus motivaciones, especialmente en el caso de Jasmín, pero estos cambios se sienten muy forzados.

Mena Massoud y Naomi Scott se esmeran dándole vida a los personajes de Aladdin y Jasmin y aunque no son interpretaciones espectaculares sí hay una buena química entre ellos. En el caso de Will Smith tenemos un Genio que no está a la altura de Robin Williams, comediante que le dio vida el Genio en la versión original, pero sí es muy agradable y gracioso y para este filme está muy bien. La actriz Nasim Pedrad también sobresale como el personaje secundario de Dalia, pero no hay más nada que valga la pena mencionar del resto del elenco porque más nadie tiene una presencia memorable. Hasta ahora son pocos los remakes de Disney que en realidad valen la pena ver y en el caso de “Aladdin” tenemos un filme que tiene muchos problemas, pero dada la gracia de sus actores, nuevas interpretaciones de canciones clásicas y algunos momentos aceptables, sigue siendo una película que puede ofrecer una experiencia divertida si la ven en una sala de cine (aunque la original sigue siendo mucho mejor).

Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.